SINOPSIS

Florestán ha sido encarcelado por revelar un delito de Pizarro, el dueño de la prisión. Su esposa, Leonora, se disfrazará de Fidelio para poder acceder a la prisión con el fin de liberarle. Para ello tendrá que ganarse las simpatías de Rocco, el carcelero y su hija, Marzelline que se enamorará de “Fidelio”. Rocco deja salir a los presos pero ante el enfado de Pizarro tiene que volver a encerrarlos lo que obliga a Fidelio a tener que descender al calabozo. Finalmente llegan a Florestán que es liberado y Pizarro, condenado.

 

 

ARGUMENTO

Acto I

En el patio de la prisión. El carcelero Rocco tiene mucho que hacer. El portero Jaquino le brinda su ayuda gustosamente, puesto que está enamorado de la hija de Rocco, Marzelline y ha sido aceptado por él como yerno. Pero ahora Rocco tiene un ayudante, Fidelio, que ha hecho que cambiaran las cosas. El nuevo miembro se ha ganado las simpatías de Rocco y Marzelline se ha enamorado de él. Fidelio resulta ser Leonora, que se ha disfrazado para buscar y liberar a su marido Florestán, un defensor de la verdad. La mujer sospecha que ha sido encarcelado injustamente en esa prisión por su enemigo, el gobernador Pizarro. Éste trata de borrar todas las pistas cuando se entera de que corren rumores acerca de sus fechorías. El ministro no tiene que encontrarse con Florestán durante su inspección prevista. Este relevó un delito de Pizarro y ahora se pudre en la prisión. Hay que ocupar todas las celdas a la espera del ministro, cuya llegada advertirá un toque de trompeta para que así Pizarro no sea sorprendido con en pleno trance. Entretanto, Roco ha dejado salir a los presos en los jardines de la prisión cediendo a los ruegos de Fidelio y Marzelline. Ésta es la oportunidad de Leonora para buscar a Florestán. Pizarro está enojado por la arbitrariedad de Rocco y vuelve a encerrar a los reclusos. En vista de que Leonora no ha podido encontrar a su esposo, pide permiso para acompañar a Rocco a los calabozos subterráneos, donde tienen que cavar una tumba.

 

Acto II

Cuadro I. En el calabozo subterráneo Florestán se lamenta de su amarga suerte. Cadenas como recompensa al servicio de la verdad. En aquél momento tiene una visión de la libertad. Ésta adopta los rasgos de Leonora. Rocco y Fidelio cavan la tumba. Al principio Leonora no reconoce a su esposo, pero por encima de todo quiere salvar al preso, sea quien sea. Finalmente se arroja entre Florestán y Pizarro a riesgo de perder la vida y se da a conocer como Leonora. Sin embargo, esta muestra de amor no impresiona en absoluto al asesino. Leonora amenaza a Pizarro con una pistola. Entonces suena el toque de trompeta y el gobernador se queda inmóvil. La pareja no cabe en sí de gozo.

Cuadro 2. En la plaza de armas del castillo el Ministro recibe a los presos con signos de gran amistad . Rocco conduce a Florestán y Fidelio/Leonora a la luz del día. Pizarro recibe el castigo que merece. Marzelline vuelve a prestar atención a Jaquino. El ministro reconoce en Florestán a un amigo que creía muerto. Leonora rompe las cadenas. Todos se unen en un concertante final de alabanza al amor conyugal.