SINOPSIS
Segunda parte del anillo del Nibelungo.
Brunilda había salvado de la ira de Wotan a Siglinda, embarazada de Sigfrido, escondiéndola en el bosque, entregándole los trozos de la espada Nothung. En el bosque, Siglinda da a luz a su hijo y ella muere en el parto. El nibelungo y maestro de herreros Mime acogió al huérfano en su casa y le crió con la intención de que le ayudara con su fuerza, a volver a recuperar el tesoro de los nibelungos, guardado por Fafner, bajo la apariencia de un dragón gigantesco.
Sigfrido, que ha crecido lejos del mundo, ya tiene dieciocho años. Mime le mantiene totalmente a oscuras en lo que atañe a su origen, aunque el joven entrevé que Mime no puede ser su padre y que él es el único que puede volver a forjar la espada Nothung. Con este arma cuyos trozos acaba unión, mata a Fafner sin saber del todo qué está haciendo, puesto que no sabe lo que es el miedo.
Un pájaro del bosque le hará partícipe del secreto del anillo y del yelmo de la invisibilidad, el mismo pájaro le indicará el camino de la peña de Brunilda. Mata a su padre adoptivo que quiere envenenarle mientras que a Wotan, su abuelo, le rompe la lanza cuando se interpone en su camino. Nadie puede pararle. Sigfrido atraviesa el fuego y despierta a Brunilda. A la vista de la bella, Sigfrido aprende lo que es el miedo y al mismo tiempo, el amor.
ARGUMENTO
Acto I
Ningún arma dura mucho en manos del joven Sigfrido a casa de su enorme fuerza. Mime intenta volver a forjar la espada Nothung pero no lo consigue.
Mime recibe la visita de un caminante (Wotan) que le profetiza la muerte a manos de aquel que “no sabe lo que es el miedo” en referencia a Sigfrido.
Sigfrido suelda los pedazos de Nothung. Mime le prepara en secreto una comida envenenada. Planea que Sigfrido mate a Fafner para luego envenenarle para sí convertirse en el señor del anillo y del tesoror.
Acto II
Al amanecer Alberich vela ante la entrada de la cueva en la que se encuentra el tesoro de los nibelungos y que está bien custodiada por Fafner. EL nibelungo está esperando que haga efecto el conjuro que ha hecho Fafner. Alberich oye de boca de un Wotan que pasa bajo la figura de un caminante, que Mime quiere apoderarse del anillo con la ayuda de Sigfrido. Wotan incluso está dispuesto a despertar a Fafner. Inútilmente él y Alberich advierten al gigante que se está acercando un enemigo que le causará la muerte. Fafner se mantiene imperturbable.
Mime conduce a Sigfrido a la cueva de Fafner par que aprenda lo que es el miedo. Mientras espera bajo un árbol al terrible monstruo que Mime le ha anunciado, medita sobre su origen y cree que las voces del bosque le están hablando (murmullos de la floresta) e incluso intenta entablar contacto con un pájaro silvestre. Sin embargo, el pájaro no entiende la melodía que sale de una flauta que Sigfrido ha cortado con rapidez y sólo Fafner reaccione ante el toque de corneta de Sigfrido. Éste se enfrenta sin miedo a Fafner y lo mata. La sangre del muerto quema como fuego y cuando Sigfrido se humedece con ella la lengua, de repente es capaz de comprender la lengua del pájaro del bosque. Éste le aconseja que saque de la cueva el anillo y el yelmo de la invisibilidad y que se guarde la argucia de Mime.
Alberich y Mime acechan a la entrada de la cueva. Ninguno de los dos quiere compartir el tesoro. Mime ofrece a Sigfrido la bebida emponzoñada para que se refresque con ella. Sin embargo, Sigfrido siente, tras las falsas palabras de Mime, la verdadera intención del enano y le mata con la espada Nothung. El pájaro del bosque le habla de Brunilda.
Acto III
Wotan se consume de preocupación y despierta a Erda para que le diga como evitar el curso del destino. Erda, sin embargo, no puede aconsejarle nada.
Entonces aparece Sigfrido. Wotan, el caminante, intenta cortarle el paso al héroe en el camino hacia la roca de la valquiria. Sigfrido rompe la lanza con la espada que otrora se rompiera al chocar con ella. Atraviesa sin miedo alguno el fuego y alcanza la cima de la Roca de Brunilda. En la roca de la valquiria, Sigfrido, encantado ante la figura de la valquiria, despierta a Brunilda con un beso. Como si hubiera vuelto a nacer, Brunilda saluda al mundo. Renuncia pro amor a su naturaleza divina y en una felicidad jubilosa, cae en los brazos del héroe.
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SIGFRIDO
Música: Richard Wagner
Libreto: Richard Wagner
Estreno: 1870
Tercera ópera de las óperas del Anillo junto con El oro del Rin, Las Valquirias y el Ocaso de los Dioses en la que Wagner relata la historia de Sigfrido, un impávido muchacho nacido en el seno de una familia adoptiva de la que se va deshaciendo con su espada Nothung hasta llegar a la Valquiria Brunilde con la que se funde en un profundo amor, aprendiendo lo que es temer.
Representación de Siegfried en los Festspiele de Bayreuth en el año 2007 bajo la dirección de Thielemann.